La petite récolte du #Brautiganproject
Para el colleur d'affiche
UNDERGROUND
No importan las vías. Mira
al chico que cubre
con pegamento
los fragmentos del afiche
antes de fijarlos dentro
de marcos de azulejos.
Su Destreza sube como Prince
una escalera vestido de azul.
Varias personas empiezan a
admirarlo también.
Mientras, el hombre de siempre toca
el laúd susurrando su austeridad
dionisíaca sin sol.
Llega el metro. Robo
la foto frente al collage.
El Prince se da vuelta
mirándome para siempre.
Dejo el mundo misterioso
que visito.
Es
el mío.
Roxana PAEZ
Impasse de la Ballena
Alcion, 2018
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Sin título
Para R.O.
I.
El dios del tiempo es un túnel.
El metro las manecillas del reloj.
El hombre se torna ánima.
Cronómetro consciente de moverse.
II.
El tiempo es un tigre que nos devora.
Pero yo soy el tigre.
Jorge Luis Borges
¿Seremos como los trenes del metro?
Lo usual es encontrarnos en las sombras.
Si nos ven desde el andén
pareciéramos ir a un accidente.
Ojos animales de lo oscuro,
luz para la cara del otro.
Roce oculto.
Excepto para quien observa desde el apeadero.
O coincidimos a plena luz.
Uno va al norte.
El otro va al sur.
Nos escondemos en el tráfico.
Quisiera ser pasajera de tus vagones.
Es normal, supongo,
cuando al verse por dentro,
el tren olvide lo externo.
O al mirarse desde el medio,
por el corredor,
se ve amoldarse al túnel,
escondiendo la cabeza,
perdiendo la cola.
El dragón se alinea en la estación.
Le es algo común, asumo,
escuchar a sus músicos, repartir sus notas,
observar a sus malditos asaltantes,
mendigos,
sus escándalos y composturas,
porque, aunque conoce la clase de su carga,
debe aprehender su valor.
Y moverse.
¿Duermen y terminan en lugares diferentes
los trenes de la misma línea?
Si así fuera,
mi estación sería maleza y briznas mecidas por la brisa,
mi plataforma,
el único bastión humano en la naturaleza.
Y,
si así fuera,
hasta para ese vagón roto,
hay un dormitorio, supongo.
Por más roñosos,
viejos y averiados de fábrica o por uso,
debiésemos dormir juntos.
Nos falta la noche del viaje.
Quizás el túnel aún sigue permeable
y me preocupo por nada.
Piénsalo.
¿No seremos nosotros como los metros?
Marzo 2019.
Teresa Solís Bastías
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Douze rue de Quatrefages,
Chambre 5, 7ème étage,
Elle était sage comme une image,
Aux douze rue de Quatrefages
Le pommier d’amour qu’on lui avait donné,
Il paraît qu’il était empoisonné,
Mais ça on pourra jamais l’vérifier,
Car ça fait bien longtemps qu’il est enterré.
Douze rue de Quatrefages,
Chambre 5, 7ème étage,
C’est dur pour le feuillage,
Aux douze rue de Quatrefages.
Charline
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À Mathilde,
Put your couronne on.
Des fois que tu aurais envie de te dégourdir les doigts sur un clavier d'ordinateur, des fois qu'on ait envie de te lire (j'ai envie !).
Ouais, mets la couronne camarade.
On est tous des déçus de quelque part.
Ah, elle te résiste, et ta grand-mère aussi, et toute cette histoire dingue que je veux découvrir, pas seulement parce que je sais déjà qu'il y sera question d'étoile jaune et de comment y survivre, mais parce que c'est toi qui l'écris, avec tes grandes mains sur ton clavier, avec ton dos bien droit, tes idées en place, tes mots acérés et ta couronne on your head.
Sarah
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Soleil
Le Soleil est exceptionnel.
Oh Soleil ! Chaque jour, tu m'émerveilles.
Que tu es beau ! Que tu es chaud !
Le Soleil brille de mille feux roses.
Le Soleil a la forme d'un carré rempli de verdure
comme une feuille, ou encore un arbre
ou une forêt.
Tout est vert.
Tout, tout, tout, tout.
Les maisons, les immeubles, les villes, les pays,
le monde quoi !
Robinson
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À M.
Rappelle-toi
Quand nous marchions
Vers de nouveaux espaces
Aujourd'hui, tu me pousses
Je te tire
On recule
Pourtant, on dirait bien que c'est là qu'on veut être
Un endroit ensemble
Pas besoin de lever la tête
Pour savoir que tu dessines la mer
D'où je suis
J'entends tes crayons
Qui s'agitent au balcon
S.
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VERANO 2001-2002
Un Chanel se contonea por Callao
lleva
el aire de su origen parisino
parsimonias de la seda y el brocato
un ojal para una flor
pespunte rojo
que le marca los dobleces a los frunces
la solapa redondeada
y en los bordes
una cinta de chantung.
Un Chanel se contonea por Callao
va arrasando su perfume con la siesta,
imponiéndose al del humo del 60
al del vino en tetrabrik de los borrachos
al del pútrido excremento en la vereda,
tolerando la inclemencia en las esquinas
del desague o el desangre del diluvio,
esparciendo sobre baches y baldosas
una sombra tan ciclamen como el crimen,
esquivando ropa de outlet o de feria
uniformes de mucamas y de obreros,
sometiendo los andrajos al oprobio,
reclamando la epojé de las vidrieras,
suscitando la lascivia en las corbatas
y el arrojo de bocinas en trompeta.
Un Chanel se contonea por Callao.
El fru fru de la pollera torna el ruido
soporífero de autos y sirenas
en orquesta filarmónica
en concierto
en ensamble de John Cage
en heavy metal.
Suple el forro alternativo
percusiones
los botones del bolsillo
campanitas
y del cinto penden perlas como címbalos
prediciendo la impudicia del compás.
Un Chanel se contonea por Callao.
A su paso tórnanse todas las cosas,
y su andar en cambio solo
profetiza
ningún cuerpo que lo pueda soportar.
Valeria Melchiorre
de Los dictados de la moda, 2012
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